¡Tema complicado en la temporada de corporal!
Siempre digo que las pacientes más fáciles son las que tienen poca adiposidad o nada, donde una buena estimulación muscular y una buena radiofrecuencia resultan maravillosas, pero cuando hay mucha adiposidad son pocas las herramientas con las que contamos...
Hablemos primero un poco de lo que encontramos en el tejido adiposo; tenemos el tejido adiposo profundo y el superficial, entonces ¿cómo lo identificamos desde afuera? Es complicado ya que sólo podemos identificarlos por medio de un diagnóstico con un ecógrafo, algo que nadie pagaría en un centro de estética, por esto es que les digo a mis pacientes que las opciones son o trabajar los tratamientos para ambos tejidos o comenzar con uno y luego si logramos poco, continuar con el otro.
Es muy importante también saber identificar los abdómenes con mucha grasa visceral, sobre la cual con nuestros tratamientos no podemos hacer nada! (más abajo hablamos de esto).
Otra cosa que también les explico cuando vienen a la consulta en busca de reducción, es que palpando el tejido, como dije antes, no podemos saber cuánto hay en una persona de superficial y cuánto de profundo, muchas personas que tienen un rollo importante y de mucha consistencia y con los tratamientos para adiposidad superficial bajan solo un cm y otra que tiene poco baja 4 cm, puede ser súper flaca y con un rollito pequeño pero ser la mayor cantidad adiposidad superficial o viceversa en un rollo grande haber pura adiposidad profunda, lo que quiero decir con ésto es que no depende del tamaño del rollo en sí.
Explico todo esto a mis pacientes porque trato de empezar siempre con los tratamientos de adiposidad superficial, y luego pasar a los que llegan al tejido graso profundo.
Con respecto a los tratamientos que sirven para cada tipo de adiposidad les cuento; con un masaje reductor, una mesoterapia, unas mantas térmicas, un ultrasonido y hasta una ultracavitacion, sólo trabajamos tejido graso superficial. Por otro lado al tejido graso profundo llegamos con inyecciones de fosfatidilcolina o con una criolipolisis, observen que para ambos tratamientos tenemos que tener un panículo graso importante por lo menos de unos 30mm con las fosfa, porque de lo contrario si no hay tejido graso se puede producir una necrosis ya que la fosfa no solo come grasa, sino cualquier tejido que encuentra.
Es un tratamiento muy bueno pero molesto las 48 hs posteriores. La fosfatidilcolina desestabiliza y rompe la célula grasa con mucha efectividad, nosotros la combinamos con Ultracavitación, ondas de choque y drenaje los días posteriores.
La criolipólisis es un tratamiento excelente que llega al tejido adiposo profundo produciendo lo que muchas tecnologías buscan y pocas logran que es la apoptosis (muerte) de la célula grasa, para la misma no podemos tener un panículo ni extremadamente grande ni tampoco tan pequeño. La efectividad de la criolipolisis es garantizada, es una de las mejores tecnologías reductoras cuando no hay un panículo tan grande, pero lamentablemente las que existen en el mercado más accesibles, tienen un alto riesgo de quemadura por lo cual se las utiliza en potencias bajas para minimizarlo y las que hay que son 100% seguras son imposibles de comprar y de cobrar el tratamiento. Particularmente probé una de estas y con una sola aplicación en un pliegue pequeño pero molesto vi cambios muy buenos.
Las Ondas de choque también trabajan tejido graso superficial pero llegan a movilizar el profundo, por esta razón son un aliado excelente para aplicar post crio, precisamente en el momento en el cual la célula grasa se encuentra cristalizada por el frío, ya que la destruye y facilita su eliminación. La crio se aplica cada 30 días ya que este es el tiempo en que una célula muerta tarda en ser eliminada por nuestro organismo, por lo tanto es el tiempo que se tarda en ver los resultados.
Algo que me quedó pendiente más arriba es hablar sobre la grasa visceral; ésta adiposidad es imposible de tratar con nuestras mano o aparatología ya que es grasa que se encuentra entre los órganos abdominales, son los típicos abdomenes globosos, los cuales terminamos de identificar cuando le pedimos al paciente que ajuste los músculos abdominales y la panza entra dejando casi nada de tejido graso sobre los músculos. En estos casos les muestro al hacer esta prueba que sólo podremos abordar con nuestros tratamientos esa poca adiposidad que se palpa en la superficie, y muchas veces aunque sea poca es difícil de tratar porque este tipo de abdomen la mayoría de las veces pertenecen a pacientes con insulino resistencia o trastornos metabólicos, los cuales lleva a ese organismo a una metabolismo lento. Estas personas generalmente mejoran con medicación, actividad física y dieta.
Siempre digo que cuando hay mucha adiposidad generalizada, podremos ayudar con nuestros tratamientos, pero la dieta y actividad física son claves para el éxito de nuestro tratamiento!